Profissão de Fé do Blog.

Profissão de Fé do Blog "Creio em um só Deus, Pai onipotente, Criador do céu e da terra, de todas as coisas visíveis e invisíveis. E em um só Senhor, Jesus Cristo, Filho Unigênito de Deus, nascido do Pai, antes de todos os séculos. Deus de Deus, Luz de Luz, Deus verdadeiro de Deus verdadeiro. Gerado, mas não feito, consubstancial ao Pai, pelo qual foram feitas todas as coisas. Ele, por causa de nós, homens, e nossa salvação, desceu dos céus. E se incarnou por obra do Espírito Santo, da Virgem Maria. E se fez homem. Foi também crucificado por nós; sob Pôncio Pilatos, padeceu e foi sepultado. E ressuscitou ao terceiro dia, segundo as Escrituras. Subiu ao céu, está sentado à direita do Pai, de onde há de vir segunda vez, com glória, a julgar os vivos e os mortos; e seu reino não terá fim. Creio no Espírito Santo, que é Senhor e Fonte da Vida e que procede do Pai e do Filho. Com o Pai e o Filho é juntamente adorado e glorificado, e é o que falou pelos Profetas. Também a Igreja, una, santa, católica e apostólica. Confesso um Batismo para remissão dos pecados. E espero a ressurreição dos mortos, e a vida do século futuro." Amém.

terça-feira, 11 de setembro de 2012

Traição.

martes, 11 de septiembre de 2012

SAUL CONTRA DAVID, O MONSEÑOR WILLIAMSON TRAICIONADO POR LOS SUYOS / POR UN PRIOR EN FRANCIA


 ”¡Con que por deciros la verdad me he hecho enemigo vuestro?!” (Gal. 4,16). 

« El Capítulo general constata las graves faltas a la disciplina cometidas por Mons. Williamson y las dificultades que pone a la FSSPX por su actitud. Este aprueba las gestiones que el Superior general emprenderá para poner un término a esta situación” (Actas del Capítulo, Cor Unum n° 102, verano 2012, p.28) 

Pobres capitulantes ! ¿Cómo han podido aprobar, ciegamente, las gestiones del Superior general y darle plenos poderes a Saúl para perseguir a David?

« Jonatás respondió a su padre Saúl diciendo: Pero ¿por qué ha de morir? ¿Qué es lo que ha hecho? Y al oír esto, Saúl agarró la lanza para atravesarle. Entonces conoció Jonatás que su padre tenía resuelto matar a David” (I Sam. 20, 32-33) 

En realidad, no hay problema de disciplina con Monseñor Williamson; por el contrario, hay un problema de claridad y de doctrina con Monseñor Fellay. 

Cuando Monseñor Fellay dijo: “Muchas personas comprenden mal el concilio. El Concilio presenta una libertad religiosa que es de hecho muy, muy limitada”. ¿Quién puede impedir a Monseñor Williamson decir que el discurso de la Fraternidad ha cambiado? 

« Por eso se debe decir que los “límites” fijados por el Concilio a la libertad religiosa no son más que apariencias engañosas, que ocultan su defecto radical, a saber ya no tener en cuenta la diferencia entre la verdad y el error. Contra toda justicia, se pretende atribuir los mismos derechos a la verdadera Religión y a las falsas “; “Pero el colmo de la impiedad, que nunca había sido alcanzado hasta entonces, fue cumplido cuando la Iglesia misma, o al menos lo que ha querido pasar por tal, adoptó en el Concilio Vaticano II el principio del laicismo del Estado”; “La libertad de cultos implica el indiferentismo del Estado respecto a todas las formas religiosas. La libertad religiosa significa necesariamente el ateísmo del Estado. Pues al reconocer o favorecer a todos los dioses, el Estado de hecho no reconoce a ninguno, ¡especialmente no reconoce al Verdadero Dios!” (Monseñor Lefebvre, Le Destronaron, Cap. XXXVIII, p. 232 & VIII, p.76 & IX, P. 86) 

Cuando Monseñor Fellay dijo a los tres obispos que: “En la Fraternidad, estamos haciendo de los errores del concilio súper herejías”, ¿quién es el que pone problemas a la Fraternidad Sacerdotal San Pío X? Monseñor Lefebvre decía que el concilio Vaticano II fue “El más grande desastre de todos los siglos desde la fundación de la Iglesia” y en una de sus últimas conferencias en Ecône: “Entre más analizamos los documentos del Vaticano II, más reconocemos que se trata de una total perversión del espíritu. ¡Es gravísimo! ¡Una perversión total!...”… ¿Quien puede entonces impedir a Monseñor Williamson el imitar a San Pablo reprendiendo a Cefas: “Yo le resistí cara a cara por ser digno de reprensión” (Gal. 2,11)? 

¿Es faltar el respeto a Monseñor Fellay al citarle y mostrar la ambigüedad e insuficiencia de sus declaraciones? No se puede responder a palabras dichas públicamente con palabras dichas públicamente cuando se trata de la ortodoxia de la fe; sobre todo cuando, en palabras de Monseñor Fellay, es “el bien común de la Fraternidad” que está en juego con “la solución actual de estatus quo intermediario”… 

El mismo Monseñor Fellay declaró : « Así pues, es la actitud de la Iglesia oficial la que ha cambiado, nosotros no. No somos nosotros los que hemos pedido un acuerdo, es el Papa el que quiere reconocernos. Podemos pues preguntarnos el porqué de este cambio. ¡Todavía no estamos de acuerdo doctrinalmente, y sin embargo el Papa quiere reconocernos! ¿Por qué? La respuesta es ésta: hay problemas tremendamente importantes en la Iglesia de hoy. Debemos hacer frente a estos problemas. Debemos dejar de lado los problemas secundarios y hacer frente a problemas mayores. Esta es la respuesta de tal o cual prelado romano, pero no lo dirán jamás abiertamente; hay que leer entre líneas para entender.” (DICI 256) 

¿Esto quiere decir que la confesión de la fe no exige mas el rechazo de los errores contra ésta fe ? Y ¿por qué la Roma actual que no fue avara en sus arrepentimientos por las pretendidas faltas del pasado, no podría, en el tiempo presente, arrepentirse para bien y denunciar sus propios errores? 

¿El derecho a la libertad religiosa forma parte de los “problemas secundarios”? La declaración Dignitatis humanae n°2 sobre el derecho a la libertad religiosa de la persona humana contradice la enseñanza infalible de la Iglesia. El Vaticano II dice que el hombre tiene un derecho natural a escoger la religión que quiere –o de no escoger ninguna- y de defender públicamente esta elección; y que Dios se sirve de las (falsas) religiones como un medio de salvación. Esta enseñanza destruye la necesidad de la (verdadera) fe para salvarse (El que no crea será condenado, Mc 16, 16) y vuelve vanas la Encarnación y la Redención. 

« Yo no comprendo, dijo un monje benedictino del monasterio de la Santa Cruz de Brasil, cómo Monseñor Fellay puede ridiculizar la FSSPX declarando que esta última encuentra “super herejías” en el Concilio Vaticano II. Yo no sabía que la Iglesia distinguiera las super-herejías de las herejías y de las mini-herejías. La sola negación de una verdad revelada es suficiente para ella sea totalmente rechazada por la Iglesia”. 

Monseñor Williamson es un Obispo consagrado por Monseñor Lefebvre para ejercer su episcopado por suplencia. Ahora bien, un “obispo no es solamente el que realiza materialmente un rito, sea éste tradicional. Un obispo enseña y santifica por su doctrina y su ejemplo la fidelidad de la fe de siempre”. (Monseñor Lefebvre, 29 de enero de 1989, Fideliter). Cuando Monseñor Fellay dijo que los textos de Monseñor Muller sobre algunos dogmas de fe son “más que discutibles”, ¿qué es sino un lenguaje indigno de un pastor? Para no “alterar la fe” hay que hablar claramente: una herejía es una herejía… Lo inaceptable no es discutible. 

Los Papas conciliares son liberales y modernistas; es un hecho, y contra los hechos no hay argumentos válidos. Nuestra situación canónica permanecerá inestable en tanto que roma permanezca anómala. Poco importa que “Roma ya no tolere” nuestra resistencia! En el pasado ¿Roma la ha tolerado? Además, la Escritura nos enseña que Dios ordena no entrar en relaciones con el hereje formal y notorio. El pasaje más expresivo es el de la Epístola de San Pablo a Tito: “Hominem haereticum…devita”. 

Por lo tanto, la Revelación divina ha previsto que, en el caso de que un hereje fuera papa, la Iglesia debe separarse de un tal personaje y evitar entrar en relaciones con él. Ni más ni menos. Monseñor Fellay simula no « callarse ante la apostasía silenciosa y sus causas ». Lo escuchamos, pero en lugar de reprender públicamente a Benedicto XVI como fautor de errores, de liberalismo y de modernismo lo escuchamos decir : « Si el Papa me llama, iría inmediatamente. O mejor, iría corriendo. Con certeza » (30 días, n°9 octubre de 2002). 

Buscar una solución canónica sin un acuerdo doctrinal previo, es hacer prueba de una falta cierta de realismo, de espíritu sobrenatural, porque desde el Concilio Vaticano II, las autoridades romanas conducen a la herejía. Asistimos a la apostasía generalizada predicha por San Pablo « Es un gran misterio. Un misterio verdaderamente insondable » repetía frecuentemente Monseñor Lefebvre en sus conferencias. Nuestro venerable fundador escribía a los cuatro obispos « Testigos de la fe, los mártires siempre debieron escoger entre fe y autoridad”. Pero para Manzingen, « ésta dialéctica entre verdad-fe y autoridad es contraria al espíritu sacerdotal”. Si Menzingen contradice a Monseñor Lefebvre, ¿quién puede culpar a Monseñor Williamson de ser, en cuanto a él, fiel a su divisa episcopal : « ut fidelis inveniatur »? 

Los obispos santos siempre han sido combatientes de la fe, no políticos retorcidos. Antes de acusar a Monseñor Williamson de indisciplina, que se nos muestre ¿en qué sus comentarios Eleison son excesivos, injuriosos o falsos? En realidad, el no ha hecho mas que cumplir con su oficio de obispo fielmente, respetuosamente pero también firmemente ”¡Con que por deciros la verdad me he hecho enemigo vuestro?” (Gal. 4,16). 

En lugar de perseguir a Monseñor Williamson, Monseñor Fellay haría mejor dejando que la Iglesia goce de su predicación. No hay que envidiar los dones de otros, mas bien hay que alegrarse de ellos y compartirlos.  

« [la multitud] decía : « Saúl ha muerto a mil, y David a muerto a diez mil”. Saúl se irritó sobremanera y sus palabras lo dejaron muy disgustado: “A David le han dado diez mil y a mí me han dado mil! ¿Qué le falta ya sino ser rey? Por este motivo desde entonces en adelante, Saúl ya no miraba con buenos ojos a David. Al día siguiente, un mal espíritu permitido por Dios se apoderó de Saul… Yahvé estaba con David y se retiró de Saúl…” (I Sam. 18, 8-13) 

La verdad está con los comentarios Eleison de Monseñor Williamson, ella está con “las reflexiones acerca de la proposición romana” de Monseñor de Galarreta, con “La extraña teología de Benedicto XVI” de Monseñor Tissier de Mallerais, pero no lo está en los sofismas ni en las elucubraciones sentimentales de Menzingen. 

« Las gestiones que el Superior general » debe « emprender para poner término a ésta situación » de crisis son simples. Así como « el día que la Tradición recupere todos sus derechos, el problema de la reconciliación ya no tendrá razón de ser”, así el día que Monseñor Fellay recupere todos sus sentidos, el problema de la predicación de Monseñor Williamson ya no tendrá razón de ser. 

Monseñor Fellay en el 2002, hacía estas justas reflexiones sobre la caída de Campos: el reconocimiento de Campos por Roma, [Campos lo piensa] como un reconocimiento de la Tradición, siendo que ha sucedido todo lo contrario. Una parte de la Tradición, un movimiento tradicional ha aceptado con algunas reservas, ciertamente, la realidad posconciliar… hay que distinguir una falta a la virtud de feen sí misma, un defecto en la confesión pública de fe que es necesaria en determinadas circunstancias… Ahora bien, una prevaricación como la de Asís, reclama esta confesión pública… que no hemos escuchado proveniente de Campos”. 

¿Han ustedes escuchado a nuestro Superior levantarse en contra de Asís III, personalmente, públicamente y en el nombre de la Fraternidad? ¡No! Monseñor Fellay anunció por medio de su secretario que daba la libertad a los superiores de distrito de reaccionar pero no dudó en sancionar a los que habían hablado claramente! El Padre Chazal cuenta esta anécdota: “Recuerdo haber pedido a Monseñor Fellay en Cebú, antes de Asís II si pudiera hacer una declaración rotunda o con cualquier otro gesto importante como Monseñor Lefebvre lo hiciera cuando Asís I. Todo lo que obtuve como respuesta fue un NO colérico a causa de nuestros tratos actuales con Roma”. 

El cardenal san Roberto Belarmino escribió: “Así como está autorizado resistir a un Papa que comete una agresión corporal, asimismo se permite resistirle si hace mal a las almas o confundir la sociedad y, con mayor razón, si busca destruir la Iglesia. Esta permitido, digo, de oponerse a él no cumpliendo sus órdenes e impidiendo que su voluntad sea realizada” (De Romano Pontefice, 1. II, c. 29). 

Mientras que Monseñor Fellay quiera llevar “una parte de la Tradición” a “la realidad posconciliar”, deberá esperarse lo que él impropiamente llama la indisciplina. . 

Un prior, en Francia. 


Tomado de Non Possumus

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